No hubo momento en que no quisimos “matar”, por así decirlo, a nuestros profesores, como ellos a nosotros. Es que esta relación amor-odio, entre el alumno y el profesor, no tuvo, tiene, ni tendrá fin, porque simplemente esa es la que da dinamismo a nuestra vida escolar.
A nosotros, los alumnos, nos encanta quejarnos por todo: si nos dan una tarea, que si no nos dan tareas, que si viene el profesor, o que falta siempre. No nos conformamos con nada, y ellos … tampoco. Por ejemplo, si estudiamos, para ellos es poco; si no estudiamos, dicen que no hacemos nada; si hacemos la tarea, está incompleta; si falta ese típico alumno que les hace doler la cabeza, lo extrañan.
Entonces… ¿en que quedamos? Yo diría que esta relación amor-odio es casi como telenovelesca, donde los protagonistas tienen millones de obstáculos, pero al final se quedan juntos. Los alumnos y los profesores tenemos millones de problemas en el camino del año lectivo, pero al final (por lo menos para algunos) terminamos todos de amigos.
Pero ¿quién es el malvado de la telenovela? Yo diría que ambos nos ponemos en ese papel de vez en cuando, como también nos ponemos en el rol de las pobres victimitas con las que se cometen injusticias.
En fin, el ir al colegio es como hacer una telenovela, claro que sin los besos apasionados o las peleas a muerte, pero lo mismo tiene mucho éxito, porque mentiría si dijera que no la pasamos bien.
En conclusión, para este día del profesor (jueves 17), les hagamos un regalito, para que se sientan apreciados y se sientan mas motivados para seguir adelante. Ustedes, los profesores, también podrían hacernos unos regalitos, en el día del estudiante (lunes 21), para que nosotros, de igual modo que ustedes, nos sintamos motivados para continuar con esta “producción” que ya empezamos hace varios años.
¡Feliz día del maestro, del profesor y del estudiante!
Leonardo Recalde
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