martes, 1 de septiembre de 2009

Querido alumno:

Sí, digo querido porque aunque a veces no recuerde tu apellido, aunque reniegue y me enoje por ciertas situaciones, siempre buscaré brindarte todo el amor que sea necesario para hacer de vos una persona de bien.
Sin importar la materia ni el nivel, comparto tu tiempo, tus alegrías cuando apruebas y tus tristezas y enojos cuando “te desapruebo”. Estoy a tu lado, esperando que me digas tus dudas para ayudarte a mejorar y aprendiendo cada día a ser mejor educador, tropezando a cada instante y cuidando que tus tropiezos no te lastimen.
No soy perfecto y tengo aciertos y desaciertos, pero siempre estaré buscando fortalecer tu carácter, ayudarte a crecer para que descubras las riquezas que albergas en tu interior y a animarte a salir a la vida como una persona capaz de cambiar al mundo.
Quiero dejar en tu corazón una huella de sabiduría y en tu mente, el conocimiento necesario para triunfar para que, cuando le cuentes a tus hijos lo que en tu vida aprendiste, con una sonrisa cargada de melancolía, puedas decir: "Eso me lo enseñó mi profesor".
En algún lugar del mundo, esa expresión será la caricia que me haga sentir orgulloso y sabré, en mi corazón, que la tarea está cumplida.

Un profesor

Esta carta escrita por la profesora Elizabeth de la Zerda va dedicada a todos los alumnos de nuestro colegio con motivo de celebrarse el próximo 21 el Día de los Estudiantes.

No hay comentarios: